12.6.10

El nudo oculto de los quipus.

Gary Urton. El investigador de la Universidad de Harvard nos revela los últimos resultados de sus investigaciones sobre el significado de los quipus
Por: Enrique Sánchez Hernani
Domingo 28 de Junio del 2009
El doctor Gary Urton, profesor de estudios precolombinos en el Departamento de Arqueología de la Universidad de Harvard, dictó en días recientes una cátedra magistral en el Programa de Estudios Andinos del posgrado de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Urton es considerado una eminencia mundial en lo que se refiere al estudio e interpretación de los quipus. Sus investigaciones lo han llevado a vivir por largas temporadas en los Andes, y se ha consagrado durante casi dos décadas a registrar sutilezas tales como la dirección del hilado y los nudos de centenares de quipus, muchos de ellos nunca antes analizados, incluyendo varios originarios de Chachapoyas, en la Amazonía peruana. 

Sus hallazgos han incrementando exponencialmente la data recogida en los años 70 y 80 por los Ascher. Aquí nuestra conversación. 

¿Con qué material arqueológico contó para sus estudios sobre los quipus?
 
Empecé estudiando los quipus que habían en colecciones y museos de Europa, Perú, Chile y Estados Unidos. En 1992 trabajé en una colección que tenía entre 300 y 315 muestras. Hoy, en los distintos museos del mundo existen unos 800 ejemplares de quipus, aunque deben haber más en colecciones privadas, y quizá lleguen a más de mil


¿En qué se fijó entonces?
 
Lo que hice fue estudiar la construcción de los nudos y la manufactura de los hilos. Encontré que había muchas variaciones en el atado de los nudos y en la construcción de los hilos. En unos casos la torción iba a la derecha y en otros a la izquierda. Estudiando los nudos detalladamente descubrí que se anudaban de dos maneras distintas: una con un eje en forma de “s” y otra en forma de “z”. Hasta la fecha hemos estudiado 60 mil nudos, todos los quipus proceden del período incaico.


¿Desde el inicio de sus estudios sobre los quipus, cómo han variado sus ideas?
 
Lo primero que encontré fueron variaciones muy importantes en los registros de los quipus. En aquella época los estudiosos se preocupaban más de los números que registraban los quipus en los nudos, pero no existían estudios sobre sus estructuras ni sobre las variaciones de los nudos ni los hilos. Después de unos años de estudios tuve la idea de que tal vez estas variaciones en los nudos tenían algo que ver en la manera de registrar datos. La forma de anudar o de atar a la cuerda madre era un sistema de signos que registraba datos distintos. Desarrollé una teoría sobre la posibilidad de que estos valores representaban ternas binarias de signos, a la derecha o a la izquierda, hacia arriba o hacia abajo. A la fecha no puedo decir qué significa esto, pero esas variaciones son una realidad. 


¿Qué apoyo tecnológico usa en sus investigaciones?
 
En Harvard hemos desarrollado un programa informático para guardar los datos de nuestros estudios y para investigar los patrones en la estructura de los quipus. Así estudiamos las regularidades e irregularidades en los nudos.


¿Ha logrado determinar para qué servían?
 
No hay una respuesta única ni es simple. Unos se usaron para guardar datos estadísticos relacionados con censos, tributos, recursos del estado; otros para registrar datos de importancia, recordar sucesos, guerras, alianzas, etc. Las crónicas nos informaron de estas distintas funciones. Estamos tratando de estudiar los quipus detalladamente para ver si esto nos permite hacer una correlación entre los patrones existentes en ellos y la organización del estado inca que aparece en las crónicas. 


¿Cómo supuso que los quipus guardan también datos históricos?
 
Es difícil decirlo con certeza. Lo seguro es que sí guardaban cantidades. Los otros valores se guardaban en detalles, como los colores, la torción, el anudado. Así como nosotros podemos escribir con un alfabeto de 26 signos, ellos pudieron asignar convenciones a cada hilo, a cada torción, a cada nudo. Al principio de la conquista los españoles repararon que los quipus guardaban datos de interés para el estado inca y realizaron algunas transcripciones. Hay unas dos docenas de estas, nudo por nudo, hilo por hilo, pero lo que no hay es la correlación entre una transcripción y un quipu existente. Si algún día lo encontráramos daríamos con la clave para saber qué dice cada hilo.


¿Los quipus hallados en regiones distintas son muy diferentes entre sí?
 
No muy distintos. Hemos identificado de doce a quince zonas donde se usaron quipus, desde Chachapoyas, en el norte, a Arica en el sur. La mayoría procede de la costa, que tiene un clima que puede preservar los hilos. Hemos hallado que en ciertas regiones se usaban colores en grupos de cinco hilos, en unas de cuatro o tres hilos, y en otras de tres y dos a la vez. El uso de los colores también varía entre una región y otra. Esto debe tener relación con las convenciones usadas en el incanato, para traducir las diferencias locales.


Diversas teorías
 
La investigación de los quipus ha tenido diversas etapas. Julio C. Tello pensó que solo pertenecían a la época incaica, algo que comenzó a cambiar en 1968 con el hallazgo de quipus de la cultura preínca wari.


En 1929, el historiador estadounidense Leland Locke publicó un trabajo que explicaba su lectura. Afirmaba que los incas usaban el sistema decimal y que cada uno de los nudos, por su tamaño y posición en las cuerdas, marcaban las unidades, decenas, centenas y millares. 

Esta investigación sería completada en la década del setenta por los matemáticos y esposos norteamericanos Marcia y Robert Ascher, quienes publicaron “Code of the Quipu”, en el que explicaban, con gráficos, la formación de los nudos y la forma en que estaban dispuestos en las cuerdas y cómo representaban cantidades numéricas. 

Después vinieron las investigaciones de Gary Urton y del italiano Carlo Radicati, quien fue uno de los primeros en postular la existencia de archivos de quipus, que comparten un mismo tipo de información y que son complementarios entre sí.
QUIPUS 

¿Un nuevo tipo de quipu?

LA EXCAVACIÓN DE LA TUMBA DE UNA ALTA FUNCIONARIA WARI EN LA HUACAPUCLLANA HA DEPARADO UN SORPRENDENTE HALLAZGO. LA MUJER, CLARAMENTE UN PERSONAJE DE ÉLITE, FUE ENTERRADA CON LO QUE PARECE SER UN TIPO DE QUIPUHASTA AHORA DESCONOCIDO
Por: Carlo Trivelli
Domingo 25 de Octubre del 2009
La huaca Pucllana sigue deparando sorpresas. Los trabajos en este sitio han aportado importante información sobre la cultura Lima (200 a 700 d.C.) y, en los últimos años, sobre la cultura Wari, que ocupó este sitio en su fase imperial (alrededor del 700 d.C.) y cuyos miembros utilizaron la parte superior de la huaca como sitio funerario. Así, en los últimos años se han encontrado varias tumbas, algunas de ellas casi intactas, como la de la Señora de la Máscara sobre la que El Comercio informó en agosto del año pasado.

Esta vez, el equipo de arqueólogos que dirige Isabel Flores dio con un hallazgo singular. Una de las tumbas, trabajada por la arqueóloga Gladis Paz, reveló el fardo de un personaje singular: una mujer de unos 60 años, con claros signos de pertenecer a la élite wari. No solo la edad del personaje es sorprendente (la expectativa de vida para la época era mucho menor que la actual, sobre todo para las mujeres), sino también ciertos detalles de su ajuar funerario.

El manto que envolvía el fardo estaba atado con una cuerda que, a su vez, presentaba otras pequeñas cuerdas anudadas en distintos intervalos, a manera de quipu. “En la cultura Chachapoyas encontramos fardos atados con quipus, que probablemente contaban la historia de la vida de cada individuo”, ofrece Flores como posible paralelo. Más interesante aun resulta el contenido de un par de bolsillos ubicados a ambos lados de la abertura para el cuello de un manto encontrado dentro del fardo: hilos con cuentas de concha, metal, madera y piedra de distintos colores y una serie de dijes que colgaban de cada hilo. Estos últimos son representaciones antropomorfas y zoomorfas y en algunos casos de objetos cotidianos, como antaras o vasijas.

En la interpretación de los arqueólogos, estaríamos ante un tipo de quipu desconocido. Según explica el arqueólogo Pedro Vargas en su estudio de estos elementos, hay razones para considerar lo encontrado como un nuevo tipo de quipu. Las cuentas, con sus distintos materiales y colores, parecen un sistema de contabilidad, equivalente al de los nudos de los quipus que ya se conocen. Además, el hecho de que cada hilo estuviera asociado a un tipo de representación (patas de camélidos, vasijas, zorros, aves y serpientes típicamente asociados al culto a Pachacámac) sugiere que cada hilo era una suerte de contabilidad asociada con estos elementos. Ello, sumado a la cuerda en forma de quipu hallada alrededor del fardo, parece sugerir que estamos ante una mujer de alto rango que —como el resto de entierros waris hallados en la huaca— fue sepultada con objetos que representaban la función que desempeñaba en la sociedad. De ser así, estamos ante un hallazgo cuya importancia trasciende el estudio del sitio de la huaca Pucllana y alcanza a toda la sociedad andina prehispánica.
CULTURA WARI 

Develan ciudadela de la cultura Wari

Presencia de construcciones fortificadas y residencias explicarían lo que sucedió tras el declive de la cultura Mochica

Wilfredo Sandoval (El Comercio Norte)

En menos de dos semanas, el cerro Pátapo -hasta hace poco un lugar flanqueado por montículos de piedras y construcciones amuralladas- ha empezado a develar su verdadera dimensión: la de una imponente ciudadela que sería una especie de eslabón perdido mediante el cual se podría conocer lo que sucedió tras el declive de la cultura Mochica.

La historia empezó a cambiar el 27 de noviembre, cuando se iniciaron los trabajos de mantenimiento de esta importante zona arqueológica. Los minuciosos trabajos que llevan a cabo 45 obreros, empezaron a dar sus frutos casi de inmediato. Al retirar los escombros, empezaron a aparecer los restos de una impresionante arquitectura monumental correspondiente a castillos, ciudadelas, recintos, residencias, centros de purificación de damas, observatorios solares e incluso un monasterio, una sala de audiencias y otros ambientes donde se juzgaba y sacrificaba a personas que incurrieron en alguna falta grave.

El momento cumbre para los trabajadores, dirigidos por el arqueólogo César Soriano Ríos fue cuando al realizar los trabajos de mantenimiento, a unos dos kilómetros del centro de la ciudadela, se descubrió un recipiente de cerámica de casi medio metro, conteniendo el ajuar de una joven con una edad entre los 17 y 21 años.

Lo primero que hizo el investigador fue bautizarla como La dama de Cinto, dado que se trata de un importante hallazgo que revela la forma cómo se vestían las mujeres de la nobleza. En el interior de recipiente se encontraron varias prendas confeccionadas con algodón nativo, entre ellas, blusas, vestidos cortos, además de un vaso tipo kero en el que se hallaron las herramientas que la mujer utilizó para confeccionar la multicolor vestimenta. El ajuar fue hallado en una estructura con paredes de piedra de dos metros de altura, en la que ella habría vivido.

Por el momento, los detalles del hallazgo de la dama están en total hermetismo y serán dado a conocer en las próximas semanas cuando el Instituto Nacional de Cultura otorgue la respectiva autorización.

Corte judicial

A medida que el personal retiraba toneladas de escombros, nuevas sorpresas iban apareciendo, tales como dos geoglifos. Uno de ellos correspondiente a ave mítica (pelícano) y la representación de una ola marina, ambos ubicados a 450 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Pátapo.

Sin embargo, lo que más llamó la atención del investigador trujillano fue la aparición de zonas residenciales de los señores que gobernaron desde 750 años después de Cristo hasta el año 1470, así como zonas judiciales donde se juzgaba a los prisioneros y a otros infractores de la ley.

Aunque no se han realizado trabajos en todas las 97 hectáreas que posee el complejo arqueológico, los trabajadores han logrado develar cada uno de los ambientes que ocupaban los sentenciados, que son espacios que ocupaban para sentarse frente a los jueces, tales como las que existen en el complejo arqueológico de Chan Chan. Además de esto, se logró identificar una serie de celdas e incluso unas rampas por donde los castigados eran arrojados a los despeñaderos. La existencia de restos óseos en la parte profunda del cerro, fue interpretada como un lugar de sacrificios humanos.

Según hipótesis del arqueólogo César Soriano, lo encontrado en el cerro Pátapo constituye el eslabón perdido que explicaría lo que sucedió tras la desaparición de los moches (750 años después de Cristo) y que muchos arqueólogos como Walter Alva y Carlos Elera trataban de descifrar a través de una serie de hallazgos e investigaciones.


"Estamos frente a las evidencias de la cultura Wari, que sería una continuidad cultural, después de los Mochicas. Hemos encontrado algunas evidencias que nos permiten colegir que se trata de un período bastante largo. Se trata de un imperio que existió 250 años antes de la aparición de los incas, que se diversificó por todo el Perú con su cultura, religión y que brindó a los pueblos una nueva forma de desarrollarse", comentó el investigador.

Los trabajos iniciales están develando nuevos secretos de la ciudadela, un misterio que pasaría a ser descifrado con otras pruebas y excavaciones que trataremos que profundizar en la siguiente fase en la que profundizaremos los trabajos de investigación, dijo el arqueólogo.

"Después del declive de los moches, le sucedió el viejo imperio Wari que floreció en esta parte del norte haciendo una serie de construcciones y redes de caminos con los que dominaron lo que hoy es el valle Chancay-Lambayeque. Llegaron con tecnología diferente, les enseñaron a picar la piedra para construir edificios diferentes a las pirámides de adobe, que aún se conservan en diferentes zonas de la región", reveló.


A sus 25 años de experiencia, Soriano sabe que está frente a un gran acontecimiento que no solo ha consistido en encontrar evidencias superficiales como restos de cerámica, sino que al realizar la limpieza de las estructuras, éstas empezaron a mostrar la clásica forma octogonal de la cultura Wari, que según algunos estudios de investigadores locales los identificaron como Inca.

A medida que avanzan los trabajos de mantenimiento, también se han encontrado indicios del origen del ejército peruano, lo cual se puede observar en las celdas, celdillas y otros ambientes que indican la presencia de una jerarquía en las construcciones que ocuparon los gobernantes.

El presidente del Círculo Cultural de Pátapo, Francisco Díaz Nuñez destacó los trabajos que realiza la Unidad Ejecutora Naylamp 111, que ha destinado recursos para poner en valor esta importante zona arqueológica, donde estarían los orígenes de Chiclayo.

Sin licencia

El director del Instituto Nacional de Cultura de Lambayeque, César Mendoza Canto dijo que si bien la Unidad Ejecutora Naylamp 111 promueve el rescate de las zonas arqueológicas en la región, los trabajos en el complejo de Pátapo no cuentan con ningún tipo de autorización.

"No se ha cursado ningún tipo de documento y creo que existe un exceso de voluntarismo que estaría en contra de las leyes vigentes. Lamentablemente en la zona se han realizado excavaciones y remoción del material que forma parte de la zona intangible", dijo el funcionario tras indicar que en el más breve plazo enviarán una notificación para que expliquen por qué se realizaron los trabajos en el cerro de Pátapo.

El director de la Unidad Ejecutora Naylamp 111, Celso Sialer Távara explicó que la zona fue intervenida a raíz de una serie de denuncias de pobladores, quienes informaron que varios sectores del complejo estaban siendo depredados.

"En el lugar no se hizo ningún tipo de excavación, sino solo limpieza y mantenimiento del complejo. Los trabajos están a cargo de un profesional con amplia experiencia", dijo.

MÁS DATOS

-Hasta hace poco se creía uno de los últimos gobernantes se llamó Cinto, que dio nombre uno de los antiguos asentamientos de la cultura Lambayeque.

-El complejo arqueológico es considerado uno de los más grandes del país, con una extensión de cinco kilómetros.

-Por su ubicación, fue el lugar desde el cual los gobernantes ejercían el control del valle y el poder político, religioso y económico.

-Según los cronistas, los señoríos de Cinto y Collique habrían dado origen a Chiclayo, durante las reducciones de indígenas en el siglo XVI.

CULTURA WARI

Buscan que Tiahuanaco revele su mayor misterio


LA CAPITAL DE LA CULTURA PREHISPANICA MAS IMPORTANTE DE BOLIVIA
Comenzaron a excavar ayer para poder desenterrar la pirámide de Akapana.

Las ruinas de la antigua ciudad precolombina de Tiahuanaco (o Tiwanaku), comenzaron ayer a ser excavadas nuevamente para desenterrar la pirámide de Akapana, el monumento bajo tierra más grande de ese complejo arqueológico de Bolivia.

Las excavaciones son las más importantes de los últimos años en la arqueología de Bolivia y se iniciaron en presencia del presidente Carlos Mesa y con ceremonias aimaras que invocaron para las obras las bendiciones de los dioses andinos.

Las ruinas de Tiahuanaco, situadas a 71 kilómetros al oeste de La Paz, tienen el rango de Patrimonio de la Humanidad desde 2000, y fueron construidas por una antigua civilización que vivió entre el año 1500 antes de Cristo y el 1172 DC.

En la época de mayor esplendor de esta cultura fue construida la ciudad de Tiawanaco, hace casi dos mil años con un centro ceremonial que ha perdurado en el tiempo y en el que Akapana era el principal edificio religioso.

Los trabajos inaugurados ayer descubrirán parte de la pirámide, cuyas dimensiones originales han sido calculadas en 182 metros de ancho por 194 metros de largo y una altura de 18 metros. Los cálculos son del arqueólogo Javier Escalante, jefe de la Dirección Nacional de Arqueología y Antropología, quien dirigirá la excavación del monumento, que a simple vista semeja una colina levantada junto a los otros monumentos de piedra del lugar.

Escalante dijo que aunque se esperan descubrimientos importantes, es totalmente equivocado suponer que las obras mostrarán al final una pirámide intacta, por los daños y el saqueo sufridos en su estructura.

Las excavaciones se realizarán en unos 1.500 metros cuadrados y se removerán unos 3.000 metros cúbicos de tierra, con un trabajo que pretende descubrir inicialmente entre un 3 y 5 por ciento de la estructura y una inversión de 160.000 dólares.

El Gobierno boliviano confía en que a partir de este punto de partida logrará obtener más ayuda internacional para poder alcanzar los 3 millones de dólares necesarios para desenterrar la pirámide.

Según el arqueólogo Carlos Ponce Sanginés, reconocido por sus descubrimientos en Tiahuanaco, la pirámide era escalonada con siete terrazas pero, como efecto de la erosión y las excavaciones de los saqueadores de tesoros durante la Colonia, sufrió la caída de sus muros de contención y quedó con su actual aspecto de una colina.

Akapana, cuya antigüedad data del primer siglo de la era cristiana, según Ponce, fue el mayor monumento religioso de Tiahuanaco y forma parte de un núcleo ceremonial que actualmente está cercado y bajo protección en unas 23 hectáreas.

En el lugar se destacan, entre otros, el Templete Semisubterráneo y el Templo de Kalasasaya, que alberga la conocida Puerta del Sol.

La excavación forma parte de un plan de desarrollo para esa región del Altiplano boliviano en el que se invertirán 1,5 millón de dólares para promover el comercio de artesanías, textiles y la reparación de las viviendas en la parte urbana.

La localidad altiplánica cobija a unas 13.000 personas y tiene un índice de pobreza del 96%, según datos oficiales.

El propósito del Gobierno es alentar el aumento de visitantes a esa zona, que anualmente recibe 60.000 turistas extranjeros y un número similar de ciudadanos bolivianos, cifras que, sumadas, representan casi la mitad de los 350.000 turistas que recorren distintos lugares de Bolivia cada año. 

Proponen trasladar la "Puerta del Sol" a un museo por su grave deterioro

Puerta del Sol
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La Paz (Peru.com).- (EFE).- La "Puerta del Sol", el monumento más importante de la cultura precolombina de Tiahuanaco en el altiplano de Bolivia, sufre un grave deterioro y los arqueólogos impulsan su trasladado al museo de esa localidad.

El jefe de la Dirección Nacional de Arqueología (Dinar), Javier Escalante, confirmó hoy a Efe que el traslado del monumento costaría alrededor de 100.000 dólares.

La "Puerta del Sol" se encuentra en las ruinas del templo de Kalasasaya, situado en el frío altiplano andino a unos 70 kilómetros al oeste de La Paz y considerado uno de los monumentos emblemáticos de esta cultura que floreció entre el 1.580 antes de Cristo y el 1.172 de nuestra era, y que fue antecesora de los incas.

"Se está preparando una sala especial para que este monumento esté resguardado", apuntó Escalante, y destacó que "varios especialistas, tanto europeos, como americanos y nacionales, vieron conveniente que la mejor forma de resguardar este bloque es en un recinto cerrado".

Sin embargo, la propuesta no termina de convencer a los habitantes de Tiahuanaco, pequeña localidad situada junto a las ruinas, cuya alcaldesa, Eulogia Quispe, ha sugerido convocar a expertos de todo el mundo para estudiar si efectivamente es necesario el traslado, según el diario La Prensa.

Pero si la puerta no se resguarda, "se calcula más o menos que en 10 ó 20 años prácticamente quedaría como una roca" en la que "la parte iconográfica" desaparecería por completo, señaló el director del Dinar.

"Hay varios problemas. Uno es que no se puede hacer un trabajo de conservación estando en el lugar (...). Otro problema es que los fuertes vientos, que arrastran partículas de arena, van lijando también la portada", explicó Escalante.

Respecto a la oposición local, el arqueólogo comentó que "ya se hizo la aprobación del traslado en dos ocasiones" y lo que "falta es socializar este proyecto" para "tener apoyo de la sociedad civil", además de "la definición del Viceministerio de Cultura".

"No lo vamos a trasladar inmediatamente, todavía falta terminar el mismo museo", aclaró Escalante, al tiempo que señaló que "es posible que se postergue unos meses más".

Además, apuntó que está prevista la posibilidad de elaborar una réplica para no dejar vacío el lugar en el que está actualmente la "Puerta del Sol".

"No hay un acuerdo todavía sobre hacer una réplica, porque finalmente siempre es una falsificación. Todavía eso tenemos que discutirlo", aclaró Escalante.
PORTADA DEL SOL 

Un parásito vegetal amenaza las milenarias piedras preincaicas de Tiahuanaco


Víctor Sancho La Paz, 7 feb (EFE).- El enclave de Tiahuanaco, en el altiplano de Bolivia a más 3.800 sobre el mar, es uno de los lugares más visitados del país gracias a sus ruinas preincaicas, pero la amenaza de un parásito vegetal a la conservación de sus piedras milenarias ha puesto "en jaque" a las autoridades.

Uno de los monumentos más emblemáticos y más afectados por este "ataque" parasitario es la "Puerta del Sol", un bloque de piedra de tres metros de altura y casi 10 toneladas de peso decorado con iconografía y relieves de la misteriosa cultura tihuanacota que floreció entre los años 1580 a.C y el 1172 de nuestra era.

Esos bajorrelieves, que representan a un dios rodeado con cabezas humanas y cóndores que miran hacia él, pueden desaparecer completamente si no se actúa contra esa flora parásita.

Ya el pasado mes de diciembre, el jefe de la Dirección Nacional de Arqueología, Javier Escalante, advirtió de que a los iconos de la Puerta del Sol les quedan 10 ó 20 años de vida si no se tratan adecuadamente.

La conservación del complejo arqueológico se ha convertido casi en una cuestión de estado -Tiahuanaco es una de las fuentes de ingresos turísticos más importantes de Bolivia- en la que sin embargo hay alguna controversia.

El Gobierno de Bolivia apostó inicialmente por trasladar los monolitos más deteriorados al interior del museo arqueológico que se encuentra en la zona, para poder realizar tareas de conservación bajo supervisión constante.

Pero al otro lado están los habitantes del municipio de Tiahuanaco, que bajo ningún concepto quieren que la Puerta del Sol se mueva de su emplazamiento original. Sólo en caso de "extrema necesidad" accederían a ello.

Pero no a un museo cualquiera. La alcaldesa tihuanacota, la joven aimara Eulogia Quispe, dijo esta semana a Efe que un monumento como éste debe estar en "un museo real, de los que no existen en Latinoamérica".

Anunció que exigirá a las autoridades que se construya uno adecuado si finalmente se decide el traslado.

De hecho, el municipio de Tiahuanaco ha convocado un concurso internacional para poder conservar "como lo hacen en Egipto o en México": "in situ", allí donde el monumento se colocó hace miles de años.

"Los estudios actuales sólo nos proponen el traslado al museo, pero trasladar no es una opción", insistió Quispe.

Desde el Gobierno se insiste en que es necesario un estudio completo de la situación para tomar decisiones, aunque la posibilidad de iniciar la conservación en su emplazamiento va ganando enteros.

"No se va a hacer ningún traslado, de ninguna de las ruinas, sin que se tenga un estudio técnico o científico que dé paso a la viabilidad para tal acción", dijo a Efe el viceministro de Turismo, Ricardo Cox.

Asimismo, el viceministro Cox apuntó que se tendrá que tomar "la decisión más racional y la que justamente vaya en bien de la actividad turística".

Si finalmente se optara por el traslado, Cox insinuó la posibilidad de poner "una réplica a escala de la Puerta del Sol y llevar la auténtica a una parte importante del museo", opción que pierde peso con el avance de los estudios y análisis por la oposición de los vecinos del municipio.

Trabajadores del complejo aseguraron a Efe que la decisión está "casi tomada" en favor de mantener la Puerta del Sol en su lugar originario, y que los responsables de Tiahuanaco han empezado a adquirir los productos necesarios para eliminar los parásitos y conservar las ruinas precolombinas en su emplazamiento natural.

Además, se habla de cubrir los monolitos más deteriorados, como la Puerta del Sol, para que el desgaste sea más lento que en la actualidad.

Pese a eso, la decisión final no se tomará hasta finales de año.

Entonces se sabrá si la Puerta del Sol seguirá viendo al astro rey de forma directa o, por el contrario, verá la luz desde el interior de un museo.

Tiahuanaco, a unos 16 kilómetros del Lago Titicaca y a 71 de la ciudad de La Paz, constituye un complejo arqueológico que abarca más de cuatro kilómetros cuadrados llenos de enormes estructuras de piedra como la Puerta del Sol, la pirámide de Acapana o el templete semisubterráneo de Kalassaya.

Representa un lugar sagrado para los aimaras y aún hoy siguen celebrando allí, en el mes de junio, la llegada del Año Nuevo, según el calendario de esta cultura.

El 21 de enero de 2006, el propio Evo Morales, un día antes de su investidura como presidente de Bolivia, recibió en Tiahuanaco el bastón de mando de los pueblos indígenas. 

8.6.10

Descubierta en Perú una tumba preincaica de gran valor arqueológico


Washington - 15/09/1988  

Arqueólogos norteamericanos han descubierto en Perú el mayor tesoro de piezas precolombinas de América en un lugar de enterramientos que contiene delicadas joyas trabajadas en oro y valiosos objetos de cerámica. Los arqueólogos anunciaron el martes en Washington, en una conferencia de prensa, que el lugar del descubrimiento, actualmente bajo protección armada, contiene probablemente otros tesoros de una de las primeras civilizaciones de América. 
Las tumbas, con una antigüedad calculada en 1.500 años y situada a 420 millas al noroeste de Lima, cerca de la ciudad costera, de Sipan, perteneció a un importante sacerdote guerrero del pueblo moche, varias de sus mujeres criados y su perro favorito. La moche es una importante cultura precolombina de granjeros, artesanos y guerreros que dominó una franja de unas 200 millas en la costa noroeste de Perú desde el año 250 después de Cristo hasta el año 750. Desaparecieron misteriosamente antes de la conquista española en 1530, cuando ya los incas eran el grupo dominante en esa zona.

El doctor Christopher Donnan, un experto en cultura moche, afirmó que el descubrimiento de la tumba es similar en importancia al descubrimiento en 1922 de la tumba de Tutankarnon, en Egipto.

En cuanto a piezas de oro y objetos de gran tamaño, este descubrimiento no es tan grande como el de Tutankamon" afirmó Donnan, director del museo de historia cultural de la universidad de California, en Los Ángeles. "Pero en términos de su importancia arqueológica en América tiene un valor similar".

El tesoro incluye una máscara de oro, dos hileras de cuentas en plata y oro con forma de cacahuete y un escudo de guerrero en oro que pesa casi dos libras. Un pendiente en oro y turquesa, que contiene la figura de un guerrero tallada en oro del tamaño de un pulgar, que se encuentra completo con algunas partes móviles, fue descrito por Walter Alva, director del Museo Arqueológico Bruning, en Lambayeque, Perú, como la joya más fina jamás encontrada de una cultura precolombina. Alva dirigió el equipo que realizó el hallazgo. Su trabajo ha sido sostenido por la sociedad National Geographic bajo los auspicios del Gobierno de Perú. Christopher Donnan no participó en el descubrimiento, aunque ha visitado el lugar del hallazgo.

"Esta es la tumba más rica jamas excavada arqueológicamente en América", señaló Donnan. "La calidad del trabajo en oro es asombrosa y sitúa nuestra compresión de la metalurgia del Nuevo Mundo en otro plano", añadió.

Cultura Moche en Lambayeque: los ´vencedores del desierto´


Conozca la trascendencia en la Historia de los hallazgos arqueológicos de la civilización Mochica en la zona de Huaca Rajada en Zaña.

La Huaca Rajada (1000 km. al norte de Lima) es una de las muchas pirámides de adobe que se levantan en la zona desértica del norte de Perú, y ha demostrado ser una de las más fecundas en hallazgos arqueológicos desde que en 1987 se descubriera la tumba del Señor de Sipán, comparada por su estado y riqueza con la de Tutankamón. 

Pero por razones políticas y de seguridad, el tesoro del Señor de Sipán fue trasladado a Lambayeque (a unos 40 kilómetros de distancia), y los poblados cercanos a la huaca vieron con envidia cómo el turismo pasaba de largo mientras los huaqueros, traficantes de antigüedades, parecían los únicos interesados en el lugar. 

Los moches, un pueblo guerrero 'vencedores del desierto', dominaron entre el siglo II a.C. y el VII d.C. la franja costera del norte peruano, y demostraron ser hábiles constructores de pirámides, geniales hidráulicos (hicieron 900 kilómetros de canales) y conocedores de la metalurgia. 

Por razones desconocidas, ligadas en parte a la brusca sucesión de épocas de lluvias torrenciales y de sequías, los moches (también llamados mochicas) desaparecieron y fueron eclipsados por civilizaciones posteriores, principalmente por el brillo de los incas. 

Como ya quedó de manifiesto con el tesoro del Señor de Sipán, el nuevo Museo de la Huaca Rajada inaugurado hoy muestra una cultura compleja, con varias clases sociales y con importantes conocimientos técnicos en cerámica, textil y metalurgia. 

El museo ha sido financiado por el Fondo Italo-Peruano, con una fórmula de canje de la deuda que Perú tiene contraída con Italia, y su ejecución ha corrido a cargo de Cáritas Perú, que de paso ha traído agua corriente, desagües y capacitación artesanal a la población de la zona. 

La joya del museo es la tumba del llamado Sacerdote Guerrero, el encontrado en la Tumba 14, un dignatario moche muerto a sus cuarenta años (promedio habitual en su época) y enterrado junto a su esposa, probablemente envenenada con una poción para acompañarlo en la eternidad, y una llama, además de multitud de jarras, máscaras y adornos diversos. 

El esqueleto del sacerdote, junto a todos los objetos, se exhiben en una sala iluminada solo con una luz tenue en la que también se pueden contemplar los complejos atavíos con los que iba vestido este personaje de la élite moche. 

Como todas las huacas, la Rajada es una pirámide (en realidad dos partidas por una 'raja') construida desde su base por millones de ladrillos de adobe. Las impetuosas lluvias caídas durante siglos en los inviernos han labrado lenguas y surcos en las laderas hasta hacerla parecer una colina roída por la erosión. 

Sexo y poder: huacos eróticos de la civilización Moche serán exhibidos en París

Más de 120 piezas arqueológicas serán expuestas del 9 de marzo al 23 de mayo en el museo de Quai Branly
Miércoles 10 de febrero de 2010 - 10:27 am
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(Agencias). El gobierno peruano autorizó la salida a Francia de 126 cerámicas de la civilización Moche, que datan de hace más de 2000 años, las mismas que serán exhibidas en una exposición sobre “Sexo y poder” en el museo del Quai Branly en París. 

Las piezas arqueológicas serán expuestas del 9 de marzo al 23 de mayo en una muestra denominada “Morir para gobernar. Sexo y poder en la Sociedad Moche”.

Entre los objetos enviados al museo, creado para las artes de los pueblos originarios de Asia, África, Oceanía y América, figuran decenas de cerámicas en forma de botellas, cántaros, tazones, vasos y cuencos.

La exposición ilustra la relación entre las prácticas sexuales, la muerte y el poder en la cultura Moche, que destacó por innovar la tecnología y la producción metalúrgica con el uso preferencial del cobre en la fabricación de ornamentos, armas y herramientas. Se les considera los mejores ceramistas de América.

Museo de la realeza moche

Un motivo más para visitar el valle de Chicama, en La Libertad. Recinto arqueológico se halla en el distrito de Magdalena de Cao, en Trujillo, y tiene como principal atractivo a la Señora de Cao, gobernante moche enterrada hace unos 1,700 años.
Wilson Castro, corresponsal

La Señora de Cao, primera gobernante mujer de la cultura Mochica en el país, ya tiene una morada permanente en la cual podrá deleitar a todos sus visitantes con su lujosa y asombrosa presentación física y riqueza histórica cultural.


Y es que, desde ayer, para felicidad de todos aquellos amantes de la evidencia material de la gente y su medio ambiente, se inauguró, en la región La Libertad, el Museo Cao, museo arqueológico que exhibe y está dedicado a la Señora de Cao, gobernante peruana que murió hace unos 1,700 años.


El recinto, inaugurado por la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz, se halla cerca del complejo arqueológico El Brujo, en Magdalena de Cao, una localidad del valle de Chicama en la costa norte peruana, a solo una hora de la ciudad de Trujillo.

Y es un sitio arqueológico que hoy podemos apreciar gracias a la Fundación Wiesse, organización que financió con un millón de dólares la construcción del citado museo. 

Museo con seis salas


El espacio cultural, según indicó Lucero Silva, museógrafa del recinto, contiene seis salas en las cuales el espectador podrá maravillarse con  gran material arqueológico, como telares y ceramios, algunos de los cuales datan de hace 5 mil años, pertenecientes a la cultura Mochica. Piezas culturales a las que se les han incorporado variables interpretativas de la antropología y de la historia del arte prehispánico con la finalidad de captar mucho más la atención y admiración del observador.


Así, en las tres primeras salas, los visitantes podrán deleitarse con imágenes y representaciones que manifiestan el tributo al agua, una actividad moche que sin duda deslumbrará al que se acerque al museo.


Luego, al ingresar a las siguientes salas, recorrerá espacios ontológicos representativos del sistema de creencias moche –como el mundo de los muertos– recorrido que culminará con el encuentro con la histórica y seguramente inolvidable Señora de Cao o Dama de los Tatuajes.


La dama de los tatuajes


Mujer gobernante de la cultura Mochica que podrá apreciar, la Señora de Cao, también conocida como la Dama de los Tatuajes, por los grabados de serpientes y arañas que muestra en los brazos y que representan la fertilidad de la tierra. Aparecerá luciendo una lujosa vestimenta, que consiste en coronas y collares de oro y plata.


Según explicaron arqueólogos del Instituto Nacional de Cultura (INC), el cuerpo de la gobernante, que fue descubierto en el 2005, junto a telares y cerámicas de la cultura Mochica, está en un buen estado de conservación que  se debe, principalmente a que sus pobladores le aplicaron al morir en todo el cuerpo cinabrio o sulfato de mercurio, es decir, una tinta roja que evita la putrefacción y no permite que los insectos afecten a la piel.


Asimismo, los expertos señalaron que a ello contribuyó el hecho de que se enterró a la realeza moche en un lugar estratégico, ubicado en el interior de una pirámide donde ni el agua del subsuelo ni la humedad la afectaron.


Indudablemente, un estado de momificación notable que se exhibe en un ambiente con temperatura y luz adecuada, aspectos que permitirán no afectar la piel de la fallecida gobernante. Los visitantes podrán admirar su presencia imponente, pasados los siglos. La historia estará alcance de nosotros.


Una joya para el turismo


Durante la ceremonia de inauguración del Museo Cao, a la que también asistieron la directora del INC, Cecilia Bákula y el presidente regional José Murgia Zannier, la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Araoz, destacó que
el Museo Cao constituye una joya para desarrollar el turismo en el Perú y señaló que su construcción tiene como finalidad vincular comercialmente a la comunidad como destino turístico, tanto por sus exhibiciones como por la oferta comercial del sitio, donde además se podrán adquirir productos elaborados de la zona, mejorando así grandemente los ingresos de los habitantes locales, quienes “realmente lo necesitan”.

“El trabajo y apoyo de la Fundación Wiese es un ejemplo de cómo las instituciones públicas y privadas logran articular esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los habitantes que residen cerca de complejos arqueológicos. Con este accionar se está contribuyendo de manera directa al desarrollo económico y social de los habitantes. Este trabajo se debe hacer permanentemente”, fue el mensaje de la titular del Mincetur.


Señora de Cao


Descubrimiento. La Señora de Cao fue descubierta en  2005 en perfecto estado de conservación en la Huaca Cao, un recinto ceremonial que fue construido expresamente por los antiguos peruanos para albergar el entierro de este personaje de la realeza moche.


Muerte. Se estima que murió a los 20 años de edad. El perfecto estado de conservación en el que fue descubierta ha brindado una inmensa cantidad de información a la comunidad científica.


Recubrimiento. Los pobladores recubrieron su cuerpo con cinabrio para conservarlo.

CULTURA MOCHE 

Récord: museo Tumbas Reales del Señor de Sipán recibió más de 8 mil visitas en un solo día

Unas doce mil personas visitaron ayer seis museos de Lambayeque. Los escolares y los turistas formaron largas colas frente a los recintos para celebrar el Día Internacional de los Museos

Miércoles 19 de mayo de 2010 - 08:15 am
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(Foto: Wilfredo Sandoval / El Comercio)
Por: Wilfredo Sandoval Bayona
 
Los emblemas, ornamentos, tumbas de élite, tocados multicolores y las resplandecientes joyas de oro, plata y cobre dorado que usaron los antiguos señores que gobernaron las tierras lambayecanas se convirtieron ayer en un imán para más de diez mil personas, que sedientas de cultura llenaron las instalaciones de los seis museos que se han levantado en tres provincias de la región.

El museo más concurrido fue sin duda el Tumbas Reales de Sipán, ubicado en la provincia de Lambayeque. Hasta sus instalaciones llegaron nada menos que 8.200, entre peruanos y turistas extranjeros que se empaparon de la abundante información científica contenida en las vitrinas y colecciones arqueológicas del museo, pero también se deleitaron con exhibiciones de folclor fusionado con música moderna, además de degustaciones de la incomparable gastronomía lambayecana.

Los más entusiastas durante el Día Internacional de los Museos, fueron los niños de diferentes colegios de la región que por primera vez conocieron las amplias instalaciones del Museo Tumbas Reales de Sipán, el cual se ha convertido en el gran centro cultural y de lejos el más visitado del norte y del país.

SIMILAR AMBIENTE EN LOS DISTINTOS MUSEOS DE LA REGIÓN
 
El mismo ambiente de fiesta popular se registró en los museos Brüning de Lambayeque y de Sicán de Ferreñafe, así como en los museos de sitio de Túcume, Huaca Rajada Sipán y Chotuna Chornancap. Los ambientes de estos recintos sagrados fueron insuficientes, pero los responsables atendieron a todos los visitantes que deseaban conocer los recientes descubrimientos de las culturas Lambayeque y Mochica, entre otras civilizaciones como el complejo Ventarrón, donde se ha descubierto un templo de casi cuatro mil años de antigüedad, en los que estarían los orígenes de la civilización norteña.

El director del museo Tumbas Reales de Sipán, Walter Alva, calificó el hecho como un verdadero récord de visitas, que no se había logrado desde la inauguración del recinto lambayecano, ocurrido el 2002. El año pasado el mismo recinto recibió 7.000 visitantes.

Las visitas a los museos comenzaron a las 9 a.m. y culminaron pasadas las 6 p.m.
REANUDAN EXCAVACIONES
 
El reconocido arqueólogo Walter Alva, descubridor del Señor de Sipán, reveló a El Comercio que hace dos semanas se reanudaron las excavaciones en la plataforma funeraria y en las dos pirámides de 30 metros de alto, que forman parte del complejo arqueológico Huaca Rajada Sipán, en el distrito de Zaña.

“En algunas semanas más, el complejo arqueológico Huaca Rajada Sipán podría ofrecer al mundo científico novedades con relación al trabajo que estamos realiza en esa zona”, dijo Alva muy confiado.

La última tumba descubierta en Huaca Rajada Sipán, que ha sido denominada la tumba 15, perteneció a un joven dignatario que murió cuando tenía solo 21 años. Su descubridor fue el arqueólogo Luis Chero Zurita.

MÁS DATOS
 
Una historia aún por explotar
 
El Tumbas Reales de Sipán es un museo exitoso. Según sus administradores, al año ingresan a sus arcas S/.800 mil por venta de entradas.

En un sector de las siete hectáreas que posee el museo Tumbas Reales de Sipán se construirá un auditorio que tendrá capacidad para tres mil personas.

Actualmente el Estado financia proyectos de excavación arqueológica en Jotoro (Jayanca), Huaca Bandera (Pacora), Collud y Ventarrón (Pomalca), Huaca Las Ventanas (Ferreñafe) y Chotuna Chornancap (Lambayeque).

Solo el 40% de los objetos que se han descubierto en las excavaciones arqueológicas se exhiben en los museos. El resto aguarda que se construyan más museos.

En el complejo Chotuna Chornancap, ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Lambayeque, se realizan excavaciones para desenterrar lo que sería la tumba de Naylamp, considerado el fundador de la cultura Lambayeque.

Presencia Muchik


HERENCIAS ANCESTRALES QUE SIGUEN MANIFESTÁNDOSE

Los Mochicas, surgen y se desarrollan entre los siglos I y VI d.C., teniendo como escenario la larga y angosta franja desértica de la costa norte del Perú 

LAMBAYEQUE | El tema étnico gana terreno en los últimos tiempos. Lambayeque mira hacia atrás y trata de buscar sus raíces para fortalecer su identidad. Unos dicen somos Lampallep y otros dicen, somos Muchik.

Sea lo primero o lo segundo, lo cierto es que hoy en día, en esta primera década del siglo XXI, en nuestros pueblos aun se resisten a desaparecer costumbres gastronómicas, arquitectónicas, textiles y de uso medicinal que se transmiten de generación en generación y que vienen desde esas épocas. Ni los más de 300 años bajo el yugo español pudieron anularlas.

Cultura. La criatura llora y no hay remedio que lo haga callar. El gasto en la farmacia ha sido en vano, pues el wawa (1) sigue llorando. Debe estar 'ojeado' (2) señala doña Anastacia Chapoñán, una anciana, cuya edad se pierden entre los pliegues de sus arrugas. Ella es el médico del caserío y sus conocimientos sobre cómo curar con plantas, las recibió de su abuela, quien a su vez lo hizo de su madre y esta de su abuela y así, la transmisión de conocimientos se remonta por varias generaciones hasta perderse en los albores Mochicas.

La presencia de expresiones Mochicas en la población de la región Lambayeque, sin duda se manifiesta en las zonas rurales de los distritos de Monsefú, Ciudad Eten, Morrope en mayor grado y en Túcume, Mochumí e Íllimo en menor grado.

La rica y espumosa chicha de maíz servida en labrados 'potos' y singulares 'cojuditos', está presente en todas las viviendas rurales. La calabaza, una de las plantas que sembraban los Mochicas y Los Lambayeque cuyos frutos semejantes a los zapallos, redondos, se sigue usando para la fabricación de objetos útiles en la cocina. En la gastronomía nos legaron los dulces camotes, el consumo de los productos hidrobiológicos del mar.

Recipientes. La calabaza también era y es usada como plato en el 'mate', o como jarrón en la 'chicula' o como un recipiente grande, llamada 'lapas' para lavar hasta ropa. Y una calabaza seca que recibe el nombre de 'checo' es usada como rueda de una rústica carretilla fabricada con palo de 'pajaro bobo', una planta que crece en el lecho del río y que sirve para armar las paredes de las viviendas abrigadoras, que tienen como soporte a los duros 'horcones' del algarrobo.

Y es el algarrobo, la varilla de fierro Mochica. Él soporta el peso del techo, tejido con caña brava y con carricillo cubierto con emplasto con arcilla batida, que tiene una consistencia de soportar las lluvias de verano. Y es el algarrobo, cuyo duro corazón, le da una firmeza para ser usado en la labranza de los suelos. O como puente sobre los canales y acueductos que cruzan la campiña lambayecana.

En muchos caseríos, sus puentes son vigas de algarrobos, cubiertos por paja y tierra y las viviendas rurales y hasta de los pueblos, siguen usando la arquitectura Mochica, con sus habitaciones amplias y poca ventilación.

Algodón. Y hoy, el algodón llamado nativo, es una muestra que antes que los españoles trajeran el algodón de procedencia egipcia, ya los Mochicas sembraban y usaban el algodón de colores. Desarrollaron una exquisita técnica textil y sus mantos y tejidos aún perduran en las tumbas desenterradas. Y las manos lambayecanas de hermosas mujeres siguen hilando, siguen tejiendo, siguen produciendo hermosos tejidos para el uso diario con el exquisito algodón nativo. El programa estatal Agrorural tiene la meta de instalar este año unas 100 hectáreas de algodón nativo en Lambayeque.

Medicinas. No se queda atrás el uso del 'cuncuno', el overo, el zapote, la corteza del algarrobo, del llantén, de la cola de caballo, de la cáscara de papa y del pelo de los choclos, para nombrar solo algunos de los productos vegetales que siguen usándose para curar los males.

No hay caserío de la región que no tenga a su 'curiosa o curioso' que prepara brebajes y pone emplastos de arcilla con jugo de hojas y tallos de diversas plantas.

No hay fiesta donde no esté presente la rica chicha de maíz, no hay cocina por más humilde que sea que no tenga un mate, un poto, un cojudito. No hay cholo o chola alguna que con orgullo muestre sus lindos tejidos en un domingo fiestero.

Es el alma Mochica que está presente en mi pueblo y es este pueblo que va hacia su encuentro, rescatando el idioma Muchick.

Como diría el gran Señor de Sipán, "Maeich muchik chipan sieameiñ". Somos mochicas, aún vivimos. 

CULTURA MOCHE 

Pirámide descubierta de la cultura Moche muestra vínculos con la industria del cobre, afirman arqueólogos


La Libertad (Peru.com).- Un equipo de arqueólogos que descubrió una antigua pirámide en el Perú de la cultura Moche, que data de hace mil 400 años, señaló que el hallazgo es particularmente inusual, pues la parte superior fue utilizada por los vivos y no sólo por los muertos, y contiene una gran cantidad de artefactos, murales y restos humanos.

La pirámide fue descubierta en Huaca Colorada, que significa "cerro de color". El líder de la excavación, el profesor Edward Swenson, de la Universidad de Toronto, describe sus sospechas de que la zona arqueológica podía ser significativa. "Sabía que era algo más que una colina natural. Esto fue modificado", refirió.


Con la pirámide hasta ahora sólo parcialmente al descubierto, los arqueólogos ya han hecho descubrimientos notables. "Nuestra mayor sorpresa fue que en la parte superior de esta construcción pirámide encontramos residencias de la élite", dijo Swenson, quien agregó que es muy raro encontrar pirámides utilizado de esta manera.


Como se recuerda, se sabe que los moche han usado pirámides para la actividad ritual y los entierros en lugar de vivir todos los días.


El complejo de vida habría albergado a no más de 25 personas, y cuenta con un patio y una cocina, que significa "paica '- los buques grandes para almacenar el agua y la cerveza de maíz.


Varios murales están cubiertos en los pasillos de la pirámide de la cumbre. El mejor conservado representa a un guerrero Moche. Otros murales son la representación de lo que parece ser un cactus con dos picos de las montañas y un arco iris, y una representación de dos camilleros llevando a una persona.


Los esqueletos de tres niñas adolescentes, y partes del cuerpo pertenecientes a otras cuatro personas, fueron encontrados en una plataforma en la parte superior de la pirámide. Las niñas fueron enterradas con perlas en su cuello y sus pies estaban muy juntos, lo que sugiere que habrían sido obligadas.


Incluso, la carbonización en las rodillas de las niñas indica que sus cuerpos fueron sometidos a "la quema ritual". Esta evidencia plantea la posibilidad de que ellas fueron sacrificadas como parte de un ritual, algo no poco común entre los Moche.


Sin embargo los antropólogos señalan que el examen físico de los esqueletos encontrados no evidencia ningún trauma. Esto significa que las niñas habrían muerto naturalmente o fueron asesinadas, de manera que ninguna prueba fue dejada en los huesos.


Al sur de la pirámide el equipo encontró un gran número de objetos de cobre como espátulas, cuchillos, recipientes y adornos de fundición. "Nunca he encontrado una gran cantidad de cobre. El poder de estas élites se habría fundamentado en el control de la producción de cobre", dice Swenson.


Huaca Colorada está cerca de la costa del Perú donde el cobre es escaso, por lo que los gobernantes del sitio habrían realizado intercambios con las personas que viven en las montañas, al menos a 200 kilómetros al este.

CULTURA MOCHE

“Sipán nos demostró que sabíamos poco de los Moche”

Jeffrey Quilter es profesor de la Universidad de Harvard. Allí, junto con Luis Jaime Castillo, arqueólogo de la PUCP, acaba de editar New Perspectives on Moche Political Organization, uno de los más avanzados estudios sobre la cultura Moche. Aquí nos habla de su ciencia y del Perú. 

Autor: Gonzalo Pajares Cruzado

"Cuando era joven, mi papá me llevaba todas las semanas a los museos de Nueva York. Mi madre era inglesa y pasé muchos veranos en Inglaterra, admirando los castillos, las edificaciones romanas, etcétera. Esta combinación de experiencias hizo de mí un amante de la historia, de la ciencia, de la arqueología”. Jeffrey Quilter, arqueólogo de la Universidad de Harvard y experto en la cultura moche, nos habla del inicio de su vocación.

¿Por qué su interés en el Perú?

Cuando era joven me interesaba todo: los egipcios, los romanos, pero en 1965 tuve la oportunidad de ser asistente en un museo de Brooklyn. Allí gané una beca para venir al Perú como alumno de intercambio. Arribé el 21 de junio de 1966, el día que cumplí 17 años. Cuando llegué, me enamoré del Perú, de su comida, de sus habitantes, de su cultura, de todo. Al regresar a los Estados Unidos, ya sabía que me iba a dedicar a la arqueología peruana. Tuve otras 'novias’, pero el Perú fue la primera, la más importante, y por eso volví 10 años después, en 1976, a trabajar en Chilca.

¿Cómo fue su encuentro con la cultura Moche?

Bueno, nació con mi visita a los museos de Arqueología y Larco, pero creció en los años ochenta con los libros sobre iconografía mochica que estudié. En 1999 visité la Huaca de la Luna, El Brujo y otras huacas de los moche. Allí afiancé mi interés en esta cultura.

En 1987 se descubrió al Señor de Sipán…
Es uno de los puntos de quiebre en la historia de la arqueología mundial, y no solo del Perú. La tumba es valiosa porque muestra a los hombres ricos y sus joyas; pero, además, por la cantidad de información que aporta a la ciencia. Por ello es que creo que su descubrimiento es comparable con el de Tutankamón.

Entonces, Sipán hizo atractiva –para los científicos del mundo– a la cultura Moche…

En cualquier ciencia hay 'olas’: periodos de gran interés y periodos de desinterés. El descubrimiento de Sipán ha abierto una puerta para 'reinvestigar’ a los mochica. Hasta los años setenta, muchos investigadores pensaban que ya se conocía todo de ellos, pero Sipán nos demostró que no era así. Ahora tenemos a Cao, a San José de Moro, a la misma Huaca de la Luna. Las posibilidades de investigación son inmensas. Los moche tienen aún demasiado que decirnos. Además, resultan atractivos para todos porque su arte es bastante figurativo, fácil de apreciar. La simbología sí corresponde a los expertos.

Sus estudios van más allá de observar los huacos y las joyas, porque usted trata de conocer, a partir de ellos, su organización política y social…

Hoy, como se dice en Estados Unidos, estamos estudiando a “los indios detrás de las flechas”. En el Perú podría decirse “a las personas detrás de los huacos”, a las personas que los usaban. Cómo era su vida, cuál fue su aporte a la civilización mundial, cómo era su organización política, cómo era su vida cotidiana...

¿Qué han descubierto?

Que sabemos muy poco, que necesitamos saber más (risas). Moche fue, sin duda, una de las más importantes civilizaciones del mundo antiguo. Pero hace 20 años pensábamos que era un Estado uniforme, con el mismo sistema de gobierno desde Nepeña hasta Piura. Ahora sabemos que, casi valle por valle, era un mundo más complicado, con procesos culturales y sociales diferentes. Su mismo desarrollo era distinto, al igual que sus señores. Hay tiempos de síntesis y tiempos de revelación: hoy son tiempos de revelación.

Usted hace ahora 'arqueología colonial’. Ha encontrado valiosos documentos en Cao…

Hemos encontrado varios documentos antiguos, y en uno de ellos aparece una lista de números arábigos escritos en alfabeto romano –el que nosotros usamos–, pero en una lengua desconocida hasta ahora. La lengua no es muchik y no es quechua. Los cronistas escribieron que en el siglo XVI había una lengua llamada yunga: creemos que esta es la muchik. Pero también se habla de una lengua 'pescadora’ y de otra, llamada 'quingnam’, hablada por los mochicas del sur. Como no tenemos un diccionario quingnam ni un diccionario pescador –sí hay un diccionario muchik–, creemos que lo que hemos encontrado quizá pertenezca a cualquiera de estas lenguas. Quizá este sea el primer paso para hablar de una lengua desconocida, pero necesitamos más que este pequeño documento: me gustaría compartirlo con otros científicos.
CULTURA MOCHE 

1.6.10

El suicidio de la cultura nazca

El misterioso pueblo preincaico que sembró Perú de geoglifos gigantes desapareció víctima de su propia deforestación 

Aunque nunca fue un imperio, la cultura nazca, que floreció en Perú más de mil años antes que la inca, tiene fama por derecho propio. Los enormes geoglifos que dejaron los nazca en las pampas desérticas del mismo nombre, y que sólo se pueden apreciar plenamente desde una avioneta que los sobrevuele, causan al visitante una mezcla de admiración y misticismo. No ha faltado quien ha sugerido que en realidad son obra de extraterrestres. Lo cierto es que siguen siendo un misterio que intriga a los investigadores, igual que la súbita desaparición de la civilización, alrededor del año 500 después de Cristo. En realidad, se cree que un fuerte fenómeno de El Niño causó severas inundaciones y desencadenó la decadencia de los nazca; pero un reciente estudio sugiere que éstos también tuvieron parte de responsabilidad en lo que bien podría considerarse una de las primeras catástrofes ecológicas causadas por la mano del hombre.

 

La investigación, encabezada por David Beresford-Jones, del Instituto de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge y reseñada recientemente por la revista Nature, sostiene que si los nazca -que eran notables ingenieros hidráulicos- sucumbieron por los deslizamientos e inundaciones provocadas por el fenómeno de El Niño fue porque ellos mismos debilitaron sus suelos al talar extensos bosques, principalmente de huarango -un árbol que puede vivir más de mil años y es clave en su ecosistema-, para dedicar el terreno a cultivos agrícolas. "Siempre se ha recurrido a dramáticos fenómenos climáticos para explicar los cambios culturales en los Andes", señala Beresford-Jones en Nature. "Pero esto no se sostiene, si nos basamos en lo que sabemos sobre la cultura humana. Se da la imagen de una cultura estática, golpeada por acontecimientos sobre los que no tiene control. Los nativos americanos no siempre vivieron en armonía con su entorno".

Mediante simulaciones hechas con ordenador, los investigadores muestran que las fuertes lluvias e inundaciones de un Niño severo -como el que efectivamente golpeó la costa peruana en ese tiempo, de acuerdo con los vestigios arqueológicos encontrados en la zona- podrían haber causado graves daños al complejo sistema de canales creados por los nazca para irrigar sus cultivos. Si los efectos fueron devastadores fue porque, al talar los bosques, los nazca eliminaron el complejo sistema de raíces que mantenía firme el suelo de sus valles. "Cuando El Niño llegó, se llevó consigo el suelo de la planicie, debido a que éste ya no era sostenido por el bosque. Esto causó la erosión y volvió inservibles los sistemas de irrigación", explica Beresford-Jones. Para corroborar esta tesis, Alex Chepstow-Lusty, paleoecólogo que trabaja en el Instituto Francés de Estudios Andinos, analizó muestras de polen de uno de los valles. El resultado dejaba claro que, mientras que los vestigios más antiguos correspondían a árboles como el huarango, las muestras posteriores pertenecían a cultivos como el maíz y el algodón. Después hay un cambio dramático: los sembrados desaparecen y son reemplazados por la mala hierba, la evidencia del desastre natural. Ésta finalmente también desapareció y dejó el terreno como está en la actualidad: convertido en un desierto.

A juzgar por lo que se puede ver hoy día en la región costera de Ica, de poco sirvió la experiencia de los nazca, porque la devastación de los bosques secos continúa hasta nuestros días y ha llevado al huarango al borde de la extinción. Los oasis de huarango que consignaron los primeros colonizadores españoles en sus crónicas, mil años posteriores al desastre de los nazca, ya no existen. El árbol es ahora derribado en minutos para convertir su madera en carbón, pese a que su tala ha sido prohibida por una ley regional. Según explica Consuelo Borda, que trabaja en un proyecto de reforestación que busca salvar los escasos reductos de huarango que aún sobreviven, el 99% de la población original de huarangos en Ica ha desaparecido. "Antes, hace unas décadas, podías encontrar huarangos incluso en el centro de la ciudad y en las acequias de las afueras; ahora se ha depredado tanto que los últimos reductos de bosque están en algunas dunas en el desierto". El huarango es clave en Ica, y no sólo por ser un árbol emblemático de la región, sino también porque su capacidad de adaptarse incluso en los suelos más hostiles ayuda a mantener a raya al desierto. Sus raíces son capaces de penetrar varios metros en el subsuelo hasta llegar a la capa freática; sus hojas atrapan la humedad que proviene del mar y, además, convertidas en hojarasca, se transforman en un importante fertilizante conocido como poña; y su fruto, la huaranga, puede consumirse directamente o convertirse en harina para elaborar otros productos. "Tres años después de sembrado, el huarango empieza a dar sus primeros frutos y puede ser una fuente de ingresos para las familias", indica Consuelo Borda.

El proyecto de reforestación, en el que también participan las ONG Asociación para la Niñez y su Ambiente, de Perú, y Trees for Cities, del Reino Unido, ha sembrado hasta el momento cerca de 20.000 huarangos en Ica, y también maneja una concesión forestal de unas 120 hectáreas en Usaca, cerca de la actual ciudad de Nazca. Pero, según Borda, el trabajo va más allá de sólo sembrar nuevos árboles: es necesario educar a la población para que aprecie sus virtudes y los defienda de los carboneros. El trabajo empieza capacitando a la gente para que utilice otros árboles, como el espino -que es capaz de regenerarse con rapidez-, para obtener leña. "Nosotros no plantamos un árbol así no más", añade Borda. "Primero capacitamos a la gente, luego sembramos con ellos". El trabajo empieza con los más pequeños, a los que se les enseña el valor del árbol. Aunque han pasado cerca de 1.500 años desde la catástrofe ecológica de los nazca, quizá sus descendientes aún estén a tiempo de aprender la lección.